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La artrosis es una enfermedad degenerativa del cartílago que hace que los huesos de las articulaciones rocen entre sí, lo que produce un dolor intenso al realizar cualquier tipo de movimiento que involucre la articulación afectada. Conforme la enfermedad evoluciona, supone un impedimento funcional para el paciente, que puede sufrir pérdidas de fuerza e incluso desviación de las articulaciones (deformidad).

En el transcurso de esta patología podemos diferenciar a grandes rasgos dos fases: en la primera, los síntomas son sobre todo molestias, dolor leve o moderado. Después el dolor se agrava llegando a ser de carácter muy intenso y habitual, llegando en algunos casos a desviarse la articulación.

¿Cómo afecta la artrosis a la población española?

Según los datos recogidos por laboratorios Cinfa, un 10% de la población española sufre de artrosis, porcentaje que sube al 65% si hablamos de personas mayores de 60 años. Se estima que 2,2 millones de personas sufren artrosis del pulgar (rizartrosis) y que casi 3 millones padecen artrosis de rodilla (gonartrosis).

¿Existen factores que influyen en la predisposición de la artrosis?

Como sucede con todas las patologías asociadas al cartílago, la edad es un factor desencadenante, ya que con el paso de los años se produce un desgaste natural del mismo. Por este motivo es importante aportar a nuestras articulaciones la dosis de colágeno y ácido hialurónico necesaria para frenar o disminuir la corrosión de éstas, con suplementos adecuados para cada situación.

Otro factor muy importante es la herencia genética, ya que se ha demostrado la relación entre diagnósticos de artrosis en familiares. También podemos decir que el género influye, puesto que las mujeres son mayoritariamente afectadas con la llegada de la menopausia. Lo que sucede es que al encontrarse con esta etapa de la vida, el cambio hormonal que implica una disminución en la producción de estrógenos debilita considerablemente la estructura ósea. 

La vida diaria de la persona puede ser un factor en la predisposición, ya que la realización continuada de actividades cotidianas o laborales que implican movimientos repetitivos producen un mayor desgaste articular, como por ejemplo trabajos de forja o chapistería. De igual manera, los pacientes con obesidad tienden a desarrollar artrosis con mayor facilidad debido a la carga excesiva de peso que degenera velozmente las articulaciones.

¿Qué aconsejamos para mejorar tu día a día?

Lo más importante es procurar disminuir el dolor; para ello principalmente podemos contar con estabilizadores, por ejemplo, en caso de padecer rizartrosis, el Estabilizador Deluxe del Pulgar de la marca Futuro proporciona soporte a pulgares doloridos, débiles o lesionados. Es ideal para actividades diarias, ya que permite cierta movilidad. En el caso de sufrir gonartrosis, una buena opción es la Rodillera Estabilizadora All In One de Farmalastic (Cinfa). Esta rodillera está diseñada para ofrecer un elevado nivel de estabilización, sujeción y protección de la rodilla sin reducir su funcionalidad.